Comprar online en la actualidad es totalmente seguro. No obstante, debemos tomar algunas precauciones y optar por la forma de pago más adecuada en cada caso.
ALGUNOS CONSEJOS PRÁCTICOS:
- Pon a punto tu dispositivo antes de comprar. Es recomendable tener instalado un antivirus para descartar posibles virus capaces de recopilar información personal y bancaria del dispositivo. Además, el software instalado en el dispositivo debe estar actualizado.
- Utiliza una conexión segura. Evita comprar haciendo uso de redes wifi públicas, ya que no ofrecen ninguna garantía de seguridad.
- Busca tiendas online cuya dirección empiece por HTTPS y muestren un candado en la barra de direcciones. Esto garantiza que la información que se transmite esté cifrada.
- Revisa la información que proporciona la tienda online: quiénes son, dónde tienen domicilio fiscal, qué datos recopilan de los usuarios y con qué fin, formas de pago que permiten, política de envío y devolución.
- Indaga sobre la tienda en buscadores, redes sociales y foros. Comprobar qué opiniones tienen otros usuarios sobre ella puede proporcionar mucha información.
- Si tienes dudas sobre la fiabilidad de una tienda online, es mejor descartar la compra y buscar una alternativa.
Aspectos a revisar de la tienda online
Cuando vamos a realizar una compra por Internet, tenemos que fijarnos que la web cumpla una serie de requisitos que nos proporcione unos mínimos de seguridad.
- Un sitio web es seguro para realizar compras si garantiza al menos que la información que intercambiamos con la página web se transmite protegida y a salvo.
- De manera adicional, la tienda online tiene que ofrecer en su web cierto tipo de información en alguna sección específica: “Aviso legal”, “Política de Privacidad”, “Quiénes somos”, “Contacto”, etc.
- La política de envío y devolución es otro aspecto importante a revisar. Si no informa sobre estas cuestiones de forma clara, es mejor descartar la compra.
Conocer métodos de pago y sus características
Existen diferentes opciones para pagar por Internet, ya sea en tiendas online o entre particulares. Debemos elegir la más apropiada según el tipo de compra, confianza en la tienda online, etc.
- Tarjeta de crédito o débito. Usar las tarjetas para el pago es cómodo y rápido, ya que se realiza con la información contenida en la propia tarjeta, es inmediato y puede ser muy seguro. Sin embargo, no es el mejor método si tenemos alguna duda sobre la fiabilidad de la web, ya que estamos proporcionando toda la información necesaria para realizar compras.
- Transferencia bancaria. En este tipo de pago se envía el dinero desde nuestra cuenta bancaria directamente a la del vendedor. La principal ventaja es que no se introducen datos en ningún sitio web. Sin embargo, si la cuenta está en el extranjero puede resultar complicado recuperar el dinero en caso de fraude, al tratarse de un movimiento de dinero entre dos cuentas bancarias.
- Las plataformas de pago. Éstos son servicios independientes que actúan como intermediarios entre nosotros y el vendedor. La de mayor uso es PayPal.
La principal ventaja de estas plataformas es que el propietario de la tienda no tiene acceso a nuestros datos de la tarjeta de crédito, además estas entidades regulan los cobros y pagos, actuando como mediadores en errores y posibles fraudes. Sin embargo, dado que vamos a proporcionar a estas plataformas nuestros datos bancarios (tarjeta o cuenta), debemos informarnos de las medidas de seguridad y de qué garantías ofrecen en caso de fraude.
- Los servicios de transferencia instantánea. Los servicios como Western Union o MoneyGram son muy útiles cuando se envía dinero a personas conocidas. Es un sistema muy rápido e instantáneo.
Sin embargo, estos servicios están diseñados para enviar dinero, no para gestionar compras y una vez se haya enviado el dinero, la cancelación o el reembolso no son posibles.
Además este tipo de empresas permiten hacer transferencias de dinero de forma anónima, resultando imposible identificar al destinatario en caso de fraude. Los delincuentes lo saben y suelen utilizar estos sistemas para realizar sus estafas. Por este motivo, no deben utilizarse para realizar compras online.
- El pago contra reembolso. Esta opción asegura que no se hace el pago hasta que se recibe y verifica el artículo comprado. El inconveniente es que no está siempre aceptada por los vendedores y puede implicar un coste adicional, por lo que debemos informarnos antes de utilizarlo.
- Las tarjetas prepago. Estas tarjetas permiten realizar pagos sin que éstos estén asociados a alguna cuenta bancaria. Nosotros decidimos el dinero que vamos a ingresar en la tarjeta. Una vez se ha agotado el dinero en esa tarjeta podemos recargarla si queremos. Se solicitan en cualquier entidad bancaria, y tan solo es necesaria la presentación del DNI para obtenerla. La principal ventaja es que, en caso de pérdida o robo, sólo perdemos la cantidad que hayamos cargado en la tarjeta. Por ello, no es recomendable hacer cargas de dinero muy elevadas.
- El teléfono móvil. Este sistema utiliza la tecnología NFC, que es una tecnología inalámbrica de corto alcance presente por ejemplo en los abonos transporte y que ya incorporan la mayoría de los smartphones.
Aunque este sistema de pago no está muy extendido en España, nos permite utilizar nuestro teléfono móvil como si de una tarjeta de crédito se tratara. Sin embargo, para su funcionamiento es necesario que los datos de la tarjeta estén almacenados en el teléfono móvil. Por tanto, en caso de pérdida o robo de nuestro dispositivo, podrían acceder a los datos de nuestra tarjeta.
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