Cuidado con lo que publicas
Cada vez que publicamos algo perdemos el control sobre ese contenido. Aunque lo borremos, quedará registrado en los servidores de la red social y cualquiera que lo haya visto puede haber hecho uso de esa información.
Cuida tu privacidad
Todas las redes sociales disponen de diferentes controles para proteger nuestra privacidad.
Debemos configurar adecuadamente las opciones de privacidad de nuestro perfil. De esta forma nuestros datos tendrán acceso sólo para aquellos usuarios que establezcamos, reduciendo el riesgo de que nuestra información sea utilizada malintencionadamente.
Cuidado con los permisos de las aplicaciones
Existen multitud de juegos y aplicaciones disponibles en las redes sociales, algunos de ellos muy populares. La mayoría, desarrolladas por terceras empresas.
Para poder utilizarlos, debemos aceptar ciertas condiciones y permisos de acceso a nuestro perfil que, en ocasiones, se activan simplemente pulsando el botón de “Jugar”.
Debemos tener cuidado con los permisos que aceptamos para evitar que otros obtengan información de nuestro perfil y de nuestros contactos con fines publicitario o maliciosos.
Cuidado con los virus
Las redes sociales se han convertido en un foco importante de distribución de virus con el fin principal de robar información. Existen muchas formas de distribuir virus, pero el objetivo del delincuente es siempre el mismo: conseguir que pinchemos en un enlace que nos descargará un virus o nos llevará a una página web fraudulenta donde se nos solicitará que introduzcamos nuestro usuario y contraseña.
Para ello, los delincuentes llaman nuestra atención para pinchar en enlaces que nos dirigirán a otras páginas.
Para no caer en la trampa, debemos desconfiar de cualquier enlace sospechoso, provenga o no de un conocido, ya que éstos también pueden haberse infectado y estar distribuyendo este tipo de mensajes sin ser conscientes de ello. Por tanto, debemos ignorar aquellas noticias, vídeos o imágenes morbosas que nos invitan a salir de la red para poder verlos, a instalar algún plugin o reproductor, etc.
Debemos disponer de un antivirus actualizado y estar prevenidos ante cualquier comportamiento sospechoso. En caso de duda, es útil realizar una pequeña búsqueda sobre el contenido en Internet. Si se trata de un virus, no tardaremos en averiguarlo.
Cuida tu identidad digital
En las redes sociales tenemos mucha información personal, por lo que resulta un campo interesante para personas malintencionadas.
Con tanta información al alcance, se pueden producir situaciones como el robo de identidad o la suplantación de identidad.
- Robo de identidad: Alguien se ha hecho con nuestra cuenta y se hace pasar por nosotros publicando o enviando mensajes en nuestro nombre. Ha accedido a través de nuestra contraseña.
- Suplantación de identidad: Alguien ha creado un perfil con nuestros datos y fotografías para que la gente piense que somos nosotros.
Tanto en un caso como en otro, el delincuente puede utilizar nuestra imagen y nuestros datos para realizar acciones delictivas.
Para evitar este problema, debemos tener mucho cuidado en entornos no seguros: equipos compartidos o públicos y redes WiFi no confiables. Si es posible, lo más prudente es no acceder desde estos sitios. Si lo hacemos, debemos recordar cerrar siempre la sesión al terminar, y no permitir recordar la contraseña.
También debemos denunciar al centro de seguridad de la red social cualquier sospecha de suplantación, tanto si somos nosotros las víctimas como si sospechamos que pueden estar suplantando a otra persona.
Si pensamos que la suplantación de identidad puede haber ido más lejos y que se han realizado actos delictivos con nuestra identidad, debemos denunciarlo ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Actúa frente a los acosadores
Algunas personas utilizan las redes sociales para intimidar a otros usuarios mediante insultos, amenazas, fotos comprometidas o difusión de rumores falsos. También podemos ser víctimas de ciberacoso.
Al ciberacoso están expuestos tanto los menores como los adultos, pudiendo generar situaciones verdaderamente dramáticas y complicadas. Si en una red social sufrimos algún tipo de acoso, tenemos que ignorar y bloquear al acosador y guardar las pruebas del acoso: sacar pantallazos y no borrar los mensajes, por ejemplo. Además, debemos informar de la situación al centro de seguridad de la red social y denunciar el acoso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Comentarios
Publicar un comentario